Consejos para tener una estufa de leña



- Ubicación y entorno: Además del hueco de la salida o tiro, en su ubicación convine respetar una distancia de seguridad de un metro alrededor de la estufa, ojo con cortinas, alfombras, muebles de madera etc.
Además, la estufa deberá tener un elemento aislante entre suelo y estufa (cualquier tipo de piedras, mármoles, metales o azulejos) con los que se puede revestir un 1 m2 alrededor de ella.

- Salida de humos: Para garantizar una correcta evacuación de humos, se recomienda que el tubo de salida de humos sea recto, evitando que tenga codos.
Y si hay más de una estufa, cada una debe tener su propia salida. Por último, para garantizar que no existan filtraciones de humos, hay que sellar los tubos con masilla refractaria.



- Dimensiones del tubo: El conducto debe tener la altura y el diámetro suficiente para asegurar la salida de humos. Cuatro metros es la altura mínima recomendada por los fabricantes, pero recuerda que, a mayor altura, mejor tiro.
El tubo por lo general será redondo, para facilitar la limpieza y aprovechar la propia dinámica del humo, y de acero inoxidable. Siempre que sea posible, los tubos deben ir por el interior de la vivienda para evitar que se enfríen y que se pierda el calor.

- Asegura la ventilación: Para garantizar una buena combustión, debe haber alguna entrada de aire exterior, sobre todo en espacios pequeños. Una entrada de oxígeno facilita una buena combustión, por lo que en ocasiones será necesario prever una entrada de aire, sobre todo en casas bien aisladas.



- Espacio en torno a la salida exterior de humos: También hay que respetar un espacio alrededor de la salida de humo en el tejado. El tubo debe sobresalir alrededor de un metro sobre el tejado u otros elementos que pudiera haber en él. También hay que tener en cuenta que es necesario que no haya ningún obstáculo (árboles, paredes…) en un radio de 8 o 10 metros alrededor de la salida exterior.




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