De casa abandonada a residencia de lujo
Ámsterdam tiene un atractivo más que especial. Por su ambiente urbano, por los
canales, por sus galerías de arte, pero también por esas viviendas que se abren
a la calle por esos grandes ventanales sin cortinas que nos dejan intuir sus
sofisticados interiores.
Hoy, les traemos desde una ciudad
holandesa la increíble transformación de una vieja casa abandonada que se ha
reconvertido en una residencia de lujo a la que no le falta detalle.
Esta antigua y monumental casa de
tres plantas fue reformada tras pasar varios años abandonada por el arquitecto
Sander van Eyck, del estudio de diseño Cocoon Living. Y para hacer
las obras, este arquitecto tuvo que reflejar las vivencias y recuerdos de una
familia apasionada por los viajes con un diseño sofisticado y cosmopolita.
De esta manera, a un entorno
excepcional, marcado por la presencia de los icónicos canales de Ámsterdam, nos
encontramos con un interior repleto de espacios abiertos y con gran luminosidad
gracias a la apuesta decidida por el color blanco y a los grandes ventanales.
Esta uniformidad cromática
presente en paredes y en gran parte del mobiliario, se ve rota por un confortable
suelo de madera oscura, y por el color de algunos muebles. El toque
exótico, que debía estar presente en la casa por la pasión de esta familia por
los viajes, llega de la mano de determinados elementos decorativos.
Así, en esta casa conviven de
forma ecléctica las elegantes lámparas de araña con conchas en los lavabos
para poner el toque marino, unos modernos espejos que nos recuerdan a los rayos
del sol.
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