Una casa en Estocolmo

En estos días de tanto frío, lo único que apetece es quedarse en casa con la manta. Y si, además, tienes chimenea no solo en el salón, sino que también puedes ver las llamas mientras estás cómodamente en la cama, ¿qué más se puede pedir?

Hoy nos vamos hasta Estocolmo, la capital de Suecia, para conocer este precioso y encantador apartamento lleno de tonos suaves y con un diseño moderno y acogedor.

El apartamento cuenta con un salón, una cocina y un dormitorio con baño, además de un amplio recibidor lleno de armarios y un pequeño vestidor. Una casa bien planificada que tiene, además, un coqueto balcón.



Tal y como puedes ver, el apartamento conserva todo el encanto de las casas antiguas, con elementos que se han mantenido como esos techos altos que tanto juego dan, los confortables suelos de madera de pino, las dos chimeneas, o las puertas blancas de gran tamaño.

Y por supuesto, mucha luz natural gracias a esas grandes ventanas que hay distribuidas por toda la casa y que son tan características de las viviendas de los países nórdicos.



El salón-comedor es sencillo pero acogedor, con papel pintado en las paredes, un gran ventanal, una estantería empotrada. Todo ello en marrones y tonos neutros, destacando especialmente en el espacio una de las dos chimeneas de la casa, la moderna mesa de centro con esas formas tan orgánicas.

Pequeños detalles en dorado como los portavelas, los candelabros dan un punto sofisticado a la decoración, mientras que los cojines aportan el color a la estancia.



La cocina tampoco se queda atrás. Moderna y luminosa, la cocina es de Puustelli, y cuenta con un suelo de madera en blanco y una pared de ladrillo original que le da mucha personalidad al espacio.

Al fondo, junto a la ventana, se ha dispuesto una pequeña zona de comedor con una mesa abatible y un banco perfecto, no solo para comer o cenar, sino para tomar una rica merienda o un café en estos fríos de invierno.




El dormitorio también me ha gustado por su elegante sencillez. Una gran cama con canapé y un cabecero con capitoné, un sencillo papel pintado con motivos vegetales en verde, y un elemento que le da el toque diferente: la otra chimenea con la que cuenta la casa en una de las esquinas, situada estratégicamente en una de las esquinas junto a un caldero en bronce para almacenar la madera para quemar en el fuego.



Una casa realmente cálida y bonita, perfecta para disfrutar de una tarde o fin de semana.



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