Mini loft ampliado con dos tapancos
En viviendas pequeñas, como este mini loft de 45 m², hay que sacar el máximo partido a
rincones que, en principio, parecen desaprovechados. Contar con zonas como el
recibidor y los pasillos, integrar la terraza al espacio interior y, en las casas de techos altos, rentabilizar esa altura para construir un tapanco o altillo. Eso fue precisamente lo que se hizo
en esta vivienda italiana.
Para construir un altillo son
necesarias unas mínimas medidas de amplitud y altura. El techo debe estar a una altura de, al menos 2,70 m, ya que el altillo, para que sea
útil, debe medir al menos 140 cm. La longitud
y amplitud de un altillo están condicionadas por el espacio
disponible.
Cuanto mayor sea la dimensión, más
resistente tendría que ser para aguantar la carga. Éste es un factor muy
importante que se debe valorar a la hora de elegir el material. Los de obra son los más resistentes; el
pladur sólo se aconseja cuando el altillo va a soportar poco peso.
Gracias a dos altillos, este mini
loft se amplió con dos dormitorios. La vivienda se encuentra en un edificio
histórico de Italia, en un espacio de la planta baja que permitió reorganizar el interior y aprovechar
la gran altura de los techos para
obtener dos plataformas elevadas donde se ubicaron los dormitorios.
El salón cedió parte de sus metros
para la construcción de un nuevo
cuarto de baño. Salón, comedor y cocina comparten el
mismo espacio, mientras que el baño se encuentra en una habitación
independiente.
En la reestructuración de la vivienda
se conservaron algunos elementos
arquitectónicos originales del
edificio: como las ventanas de cristal con vistas a un patio y molduras de madera. La altura se aprovechó con dos altillos independientes, o zonas elevadas, a los que se accede
a través de escaleras de semi caracol, con viga de acero pintado y peldaños
de vidrio templado. La iluminación de la vivienda se resolvió con proyectores conectados a una viga del
techo.
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