De cine de los años 20 a casa familiar
Cansados de buscar una vivienda de mayor tamaño, deciden
embarcarse en la mayor jugada de sus vidas, compran un viejo y destruido cine-teatro de los años 20 por 90.000 Libras y con un presupuesto para el proyecto de 350.000 Libras. Una verdadera aventura arquitectónica, partiendo de la
base de haber adquirido un edificio icónico, su fachada deteriorada no podía
ser modificada al completo.
La duración del proyecto tardó cuatro años en terminarse ya
que el presupuesto era insuficiente. Cuando la familia compró el edificio en
ruinas los vecinos del
pueblo los paraban y les preguntaba por el proyecto, estaban bastante reacios a que el icónico espacio
que tantos recuerdos les traía, desapareciera de Thorne, se evaporase y,
cambiase por una construcción nueva y moderna.
El arquitecto les dejó elegir y diseñar la vivienda, fue solo el
director de obra, mientras que Kevin McCloud (presentador del programa Grand
Designs, para Netflix), visitaba frecuentemente el proyecto. Entre otras cosas,
su objetivo era debatir con ellos la obstinación hacia el hormigón armado, pues esa era la
estructura para exterior e interior que deseaban.
La licencia de obras tuvo sus peculiaridades, al ser considerado
un edificio protegido por el
patrimonio del condado de Yorkshire, no se podía tocar su
estructura exterior. Una serie de problemáticas a las que sumar, la gran puerta hidráulica y trasera con vistas al jardín, un
sistema de puerta de cristal de cuatro
metros de altura, cerrada en vertical y, que gracias al mecanismo hidráulico abriría
en sentido horizontal, hasta llegar a crear un falso techo de cristal para
cubrir el porche. Una familia bastante creativa y con ideas fijas.
Hubo una parte de demolición obligatoria ya que el edificio
estaba en ruinas. Debajo de éste fueron apareciendo restos del antiguo suelo del cine-teatro (se
ver en el hall de entrada).
Muchas de las piezas antiguas sirvieron para decorar o implantar en la fachada.
La fabricación de la puerta hidráulica tuvo sus problemas, de
hecho, la primera no sirvió y
hubo que rectificar sus enganches y anclajes para dejarla en
perfectas condiciones de uso.
El hormigón tableado tiene una ejecución lenta,
se tarda aproximadamente cinco días para su secado. Como se puede
apreciar, el hormigón forma parte de cualquier espacio de la casa, también se
combina con paredes blancas, madera y fibras
naturales, se encarga de dar la calidez justa, a los fríos materiales.
La fachada
principal quedo totalmente renovada, conservando arcos y ladrillos vistos
reparados. También se puede observar como sobresale un techado blanco de forma recta y moderna que combina
con la fachada victoriana a modo de cubierta o
marco. El techado es la prolongación a la parte delantera del edificio de lo
que fue el techo de la antigua sala de
proyecciones del cine. Respetaron lo que este edificio fue
en los años veinte y simularon en el jardín las típicas ventanas o huecos por los que se
proyectaban las películas antiguas de carrete.
Sus esquinas exteriores de
color blanco quedan revestidas con madera de pino horneada. Y desde la sala
familiar de cine, en la segunda planta, se visualiza el gran jardín, que sorprende
con la limitada medida de una piscina spa.
Después de un descuadre de 100.000 Libras de más.
La nueva y moderna construcción y el amplio espacio de jardín que querían para
ver crecer a sus hijos se ha hecho realidad. Los vecinos del poblado de Thorne
están satisfechos con la recuperación y renovación del edificio abandonado y en ruinas que
en los años veinte fue el cine de moda y en la actualidad es una casa preciosa.
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