Vacaciones en la playa de Comporta, Portugal


Esta mini casa de veraneo la puedes alquilar en Comporta, al sur de Lisboa y a 3 kilómetros de la playa. Portugal es uno de esos destinos que nunca decepcionan. Esta zona se encuentra, además, dentro de la Reserva Natural del Estuario de Sado: playas interminables, pueblos de pescadores, arrozales, campos de lavanda, bosques de pinos, un paraíso Atlántico.


Esta pequeña finca cuenta con una casa principal, de nueva construcción, que alberga el salón, la cocina, el comedor y dos habitaciones dobles con sus respectivos cuartos de baño. En un pabellón anexo está la cabaña, típica de la zona y recién reformada, que alberga otra habitación doble. En total, la finca tiene capacidad para 6-7 personas.



Realizada a modo de alberca, la piscina es un oasis entre la casa y la cabaña. Unas hamacas y una mesa larga entre las dos construcciones conforman una zona de estar exterior.

Salón, comedor y cocina comparten un mismo espacio, al que se accede desde la piscina a través de puertas correderas de madera. La decoración tiende al blanco y minimalista, con apenas unos toques de madera y elementos de fibras naturales.



La cocina cuenta con horno eléctrico, microondas, tostadora, hervidor, cafetera, lavavajillas y refrigerador. En el alquiler está incluido un paquete de bienvenida con agua, leche, café, té, pan, azúcar, sal y pimienta, jabones para invitados, papel higiénico, detergentes para lavavajillas y lavadora, bombillas, velas y fósforos y velas de citronela para la terraza.

Además, la casa incluye todo tipo de comodidades como son el wifi, televisión por cable, música por Bluetooth, Playstation 3 con algunos juegos, libros en varios idiomas, cartas, juegos de mesa, Netflix, juguetes para niños pequeños, silla y cama para bebé y dos camas extras.

En el altillo (desván), que está vacío, se pueden montar esas camas extras.



Sencillas, funcionales y acogedoras así son las habitaciones con que cuenta la casa. Una, con cama matrimonial, tiene acceso directo a la piscina; la otra, con dos camas de 90 cm, tiene también su propio cuarto de baño y un altillo.

La habitación de la cabaña es más independiente pero cerca de todos los servicios de la casa. El techo a dos aguas, de troncos de madera pintados en blanco, contrasta con las líneas minimalistas de los revestimientos de cemento encalado y laqueado en blanco, que aportan gran luminosidad y frescura al ambiente.

Ya sabes, si queréis pasar unos días en la gloria portuguesa, éste puede ser tu humilde albergue. Más informes en Boutiques Home:













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