PASTEL EN TAZA DE CHOCOLATE CON AVELLANAS
INGREDIENTES:
1 huevo mediano-grande
1 cucharada de aceite de
oliva (véase la nota)
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de cacao puro
en polvo (puedes ponerle 2)
4 cucharadas de harina
½ cucharadita de levadura
2 cucharadas de crema de
chocolate con avellanas (como el nutella)
QUE HACER:
En un cuenco se vierte el
huevo, se bate y se le añade el aceite.
En otro cuenco se tamizan
la harina, la levadura y el cacao, y se añade el azúcar (por el tema de las
cucharas soperas y la fluidez de la masa citada en la nota, les aconsejo echar
primero 3 cucharadas de harina y ajustar una vez juntos todos los
ingredientes).
Se juntan los líquidos con
los sólidos, menos la crema de chocolate. Se mezclan con un tenedor, aunque no
hace falta que la mezcla sea perfecta. Esta masa debe ser suficientemente
fluida como para verterla en las tazas.
Se divide la mezcla entre
dos tacitas y se añade en cada una de ellas la cucharada de crema de chocolate
(otro aconsejo, caliéntala muy brevemente por en el microondas). Se revuelve un
poco la mezcla para que se formen vetas de crema por toda la masa, sin que
llegue a mezclarse del todo. La mezcla debe quedar entre la mitad y unos ⅔ de
la altura de la taza, porque esta masa crece mucho.
Se meten las tacitas un
minuto en el microondas a potencia máxima. Jijiji, les aconsejo darles la
vuelta 180 grados a mitad de cocción, porque los microondas suelen calentar más
en la zona central y los bizcochos tienden a subir de forma asimétrica, más por
uno de los lados. A partir del primer minuto, haz la cocción de 10 en 10
segundos, vigilando si siguen subiendo, para que no derramen, y observando si
se les aprecian zonas poco hechas a los bizcochos. En función de la potencia de
cada microondas, entre 1¼ y 2 minutos de cocción total deberían ser
suficientes. Están hechos cuando ya no suben más. Puedes meter un palillo para
comprobar la cocción, no hace falta que salga perfectamente limpia porque el
bizcocho continúa cociéndose con el propio calor después de sacarlo. Y mejor
quedarse cortos que pasarse.
NOTAS:
Esto de las cucharadas es
cómodo cuando las cantidades son pequeñas, como en este caso, pero poco exacto.
Y claro, no todas las cucharas soperas son iguales. Yo tengo tres tamaños
distintos y con el más pequeño la masa sale perfecta. Con la que es algo más
grande tengo que añadir algo de huevo, es decir, que necesito más de uno (pero
sin llegar a dos), porque de lo contrario obtengo un engrudo inmanejable...
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