La casa Copperwood
Gracias a su escasa altura y a la elección de sus materiales, el vidrio y la madera,
la casa Copperwood se
integra con naturalidad en el paisaje.
Esta vivienda situada en Indiana, Estados Unidos,
se sitúa en un entorno natural rodeado de naturaleza silvestre y es la casa de
una familia de cuatro miembros que buscaban como segunda residencia una vivienda moderna, “modesta” y eficiente en el uso de la energía.
Para conseguirlo
encargaron el proyecto al estudio de arquitectura Haus Architects quienes buscaron como solución al
diseño, un equilibrio entre la
singularidad del lugar y las necesidades del sencillo estilo de vida del
propietario.
La casa con una planta
principal se sitúa en un terreno con un ligero desnivel que se ha aprovechado para generar una pequeña planta baja y un patio
recogido y resguardado de la vista.
Una de las claves del proyecto que
consigue que la casa se integre en el paisaje es su exterior, que se
encuentra revestido de fresno
modificado térmicamente.
Fue el propio cliente
quien sugirió la madera modificada
térmicamente como revestimiento. La modificación térmica
convierte las maderas frondosas no duraderas como el fresno o el tulipwood en
materiales duraderos que no se pudren ni se deterioran cuando se usan en exteriores,
además de ser un material sostenible.
El estudio de
arquitectura, que no había trabajado con este material anteriormente, investigó
el producto y encontraron en las muestras de fresno tratado térmicamente la mejor opción por
su llamativa veta y su color. Además, el propietario
de la casa optó por no
proteger con aceite ni barniz el fresno y dejar que envejeciera de forma natural que
adquirirá con el tiempo un color gris oscuro.
El estudio Haus diseñó la fachada como una pantalla contra la lluvia y Woodhaven,
que suministró la madera, ofreció un sistema de clip/listón que permitía
asumir ese enfoque al dejar circular el agua fuera de la pared. Con el clima de
Indiana, los arquitectos prevén que el material dure unos 25 años.
En cuanto al resto del
diseño, la madera de fresno gustó
tanto a los arquitectos que también la colocaron en su interior, tanto en el dormitorio
como en el revestimiento de la pared de la escalera.
El otro gran protagonista de la fachada es el cristal que, en forma de
grandes ventanales, aligera la estructura de la vivienda.
El interior es prácticamente abierto al exterior que, aunque resulta
espectacular, dificulta la colocación del mobiliario porque no se pueden apoyar
los muebles contra los grandes cristales ni obstaculizar las espectaculares
vistas.
Por eso, el mobiliario es escaso y se concentra en el centro. Por ejemplo,
el sofá curvo situado en el centro ya que genera facilidad de la circulación a
su alrededor.
Por último, otros de los elementos significativos de la vivienda es el
tejado inclinado que sobresale en forma de gran saliente que genera de manera
natural, una zona cubierta y un garaje para la autocaravana familiar.
El resultado final es una casa espectacular que cumple, sin duda las
expectativas de los clientes acoplándose al terreno de manera natural.
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