Un loft a orillas del Mediterráneo

Quizás la mayoría de nosotros cuando pensamos en un loft la imagen recurrente que nos viene a la cabeza es una vivienda neoyorquina con paredes de ladrillo visto, ventanas industriales y mobiliario con cierto aire industrial.

Pero para quitarnos estereotipos traigo este loft situado en la isla Balear de Palma de Mallorca con un estilo dulce y romántico, colores alegres que van desde el rosa cuarzo al turquesa y rojo, que combina a la perfección con las estructuras metálicas y los altos techos.

A orillas del mar Mediterráneo en el barrio de pescadores de Santa Catalina en la isla de Palma de Mallorca se encuentra este loft diáfano, con estructura de acero y detalles cuidados con esmero. Su excepcional altura de casi 5 metros se rentabilizó ubicando uno de los dormitorios sobre una estructura abierta al salón por la que se accede por una escalera (por cierto en el diseño se utilizó un gran mástil de madera de un antiguo barco que integrándose de forma magistral en la estructura metálica del sobre-piso).

En esta vivienda se ha querido jugar con la frialdad del metal y techos inmensos y una decoración delicada, casi femenina marcada por el estilo Mediterráneo.

Muebles de diseño en blanco y madera clara (al igual que los revestimientos de paredes y suelos) de líneas redondeadas, suavizan y contrastan con las líneas rectas de las vigas y pilares de acero.

Además una vez más los textiles son los grandes protagonistas, tanto en las piezas tapizadas como en las mantas, cojines o alfombras. Un derroche de color en tonos que a priori pudieran parecer imposibles de conjugar; rojos, fucsias, turquesas, empolvados, azules que gracias a la incomparable luz del Mediterráneo consiguen un ambiente vibrante y luminoso.

Otra de la claves de esta atmósfera especial son los detalles decorativos, cuidados exquisitamente. Fijaros que los cuadros están apoyados sobre los muebles, se quiso dejar las paredes impolutas en blanco sin nada que las emborrone.