Síntomas de las enfermedades de las suculentas
Sin
lugar a dudas las suculentas se han convertido en las plantas favoritas en
muchos hogares y países, para bien o para mal son una moda y tendencia. Y
aunque son indudablemente de las plantas más resistentes y que menos cuidados
necesitan, también pueden enfermar.
Exceso
de agua, riego escaso, falta de luz, plagas, son muchos los motivos por los que
nuestra planta enferma. Lo bueno es que las plantas siempre muestran síntomas
antes de morir definitivamente.
Hoy
vamos a repasar algunos síntomas que nos avisan que nuestra suculenta está
enferma y las soluciones.
MI SUCULENTA ESTÁ INCLINADA:
SÍNTOMAS:
Si nuestra planta comienza a inclinarse y lo hace hacia la fuente de luz
natural o crece en longitud hacia una ventana, esa es una señal segura de que
no está recibiendo suficiente luz solar.
SOLUCIÓN:
Lo evidente es hora de cambiar su planta hacia la fuente de luz. Pero tenen en
cuenta que la luz de la mañana es mejor que la luz de la tarde. Y lo mejor es
hacerlo paulatinamente, es decir no la cambies drásticamente junto a una
ventana que reciba muchas horas de sol.
MI SUCULENTA TIENE LAS HOJAS ARRUGADAS:
SÍNTOMAS:
Las hojas que mueren son una parte normal del crecimiento, y habrá momentos en
los que tendrás que recortar las hojas muertas de una suculenta que a menudo
será la parte inferior, hojas más viejas. Sin embargo, si las hojas de repente
comienzan a marchitarse o se ven arrugadas por todas partes, es probable que su
planta no esté recibiendo suficiente agua.
SOLUCIÓN:
Aumentar el riego. Pero es muy importante asegurarse que este es el motivo, así
que primero comprueba que la tierra esta seca no solo en la superficie.
MI SUCULENTA TIENE LAS HOJAS BLANDAS Y
LACIAS:
SÍNTOMAS:
Si las hojas y la base de la suculenta comienzan a ponerse blandas esto es por
exceso de agua. El suelo no puede secarse adecuadamente entre el riego y la
planta se satura de agua.
SOLUCIÓN:
Si cree que la descomposición proviene de un exceso de agua, aumenta el tiempo
en su programa de riego. Si la podredumbre es bastante mala, es probable que
necesite recortar las hojas de las suculentas o incluso trasplantarla.
MI SUCULENTA TIENE LAS HOJAS AMARILLAS:
SÍNTOMAS:
Es otra señal de que nuestra planta tiene mucha agua.
SOLUCIÓN:
Detén definitivamente el riego durante un tiempo hasta que las hojas hayan
comenzado a recuperar su color, y también asegúrate de dejar que el suelo se
seque entre riego.
MI SUCULENTA TIENE LAS HOJAS CON MARCHAS
NEGRAS O MARRONES:
SÍNTOMAS:
Seguimos con las señales que nos indican que estamos ahogando a nuestra
suculenta. Si tiene manchas marrones o negras en las hojas o tronco es probable
que la hayamos regado en exceso durante mucho tiempo.
SOLUCIÓN:
Lamentablemente, una vez que el tronco se ha vuelto completamente negro, puede
ser difícil devolverle la vida a las suculentas.
MI SUCULENTA SE VUELVE PÁLIDA Y PIERDE
EL COLOR:
SÍNTOMAS:
Una pérdida de color es a menudo lo que sucede cuando una suculenta está
expuesta a demasiada luz solar, ya que existe un efecto blanqueador. Una
suculenta verde puede convertirse en un verde pálido o blanco, y si era de
color rosa brillante, púrpura o amarillo, puede volverse de un color verde más
claro.
SOLUCIÓN:
Mueve su planta a una esquina menos brillante, y si fue en el sol de la tarde
muévela a un lugar que tenga más luz reflejada o menos sol de la mañana.
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