Canelones de espinacas gratinados



INGREDIENTES
Para 6 personas
Espinaca fresca
Piñones
Uvas pasas
Láminas de pasta para canelones o pasta Schiafoni
Queso rallado
Salsa bechamel dos cucharadas para cubrir solamente

QUE HACER:
Para hacer estos mini-canelones de espinacas gratinados, cocemos la pasta según indica el fabricante y cuando está hecha, la enfriamos y escurrimos bien, procediendo a rellenarla. Para esta receta se usó espinacas guisadas con pasas y piñones con salsa bechamel (salsa blanca), pero puedes usar espinacas guisadas a tu antojo.
Tras rellenar la pasta, colocamos los mini canelones de pie en un refractario, agrupándolos para que no quede espacio entre ellos. Después cubrimos con la salsa bechamel, espolvoreamos el queso y terminamos la receta horneando durante seis minutos y gratinando otros tres o cuatro hasta que la superficie esté dorada.

¡Y listo a comer!



SALSA BECHAMEL




Para la salsa blanca necesitaras 50 g de mantequilla, 50 g de harina de trigo, 600 ml de leche entera, sal al gusto y nuez moscada molida.

Para hacer salsa bechamel, comenzamos poniendo una sartén a fuego y añadimos la mantequilla. En cuanto se funda, agregamos la misma cantidad de harina y removemos formando una pasta. Si vamos a querer una bechamel más fina o más espesa, podemos alterar un poco esta proporción, o jugar con la cantidad de leche y con el tiempo de cocción/evaporación.

Una vez bien mezclada la harina y la mantequilla, vamos agregando la leche sin dejar de mover. Es el momento de cambiar la cuchara de palo por las varillas y así evitaremos que se nos formen grumos. La clave es ir añadiendo la leche poco a poco, para que no haya cambios de temperatura.



Puedes conseguir mejores resultados si tienes la leche muy caliente en un cazo y vas agregando poco a poco, sin añadir más leche hasta que la anterior se ha absorbido por la masa. Y eso sí, siempre removiendo sin parar, haciendo movimientos circulares o dibujando ochos en la sartén, para que la salsa bechamel siempre esté en movimiento.
Cuando hayas agregado toda la leche, es el momento de probar y añadir sal y el clásico toque de nuez moscada, tan característico de la bechamel. Si quieres una bechamel más espesa, dedica más tiempo y deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco mientras la sartén se llena de burbujas.

Si pese a todo, aunque hayas seguido los pasos con cuidado, cada fuego, cada sartén y cada leche es diferente. Entonces ¿qué puedes hacer si te salen grumos en la bechamel? Esto suele suceder al principio del proceso y si con las varillas no los consigues disolver en la leche, puedes recurrir a la batidora y después retornar la salsa ya triturada a la sartén y continuar con la elaboración como se ve en las imágenes.



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