Reforma de bajo costo de una cocina-comedor sin obras

A todos nos gustaría vivir en una casa bonita, de esas en donde se respira armonía y una estética acorde a nuestro gusto. Pero a veces la realidad nos hace comprar una vivienda que necesita reformas, una buena lavada de cara o algo solo porque eso nos alcanza. O incluso cuando hace ya unos años compramos la casa nos encantaba, pero ya se ha quedado obsoleta y necesita actualizarse.

Si tenemos presupuesto para reformarla no hay más problema que soportar las obras, pero ¿Si no tenemos dinero? No te preocupes aquí estamos para demostrarte que siempre hay soluciones e ideas low-cost.

Como puedes ver se trata de una cocina-comedor sin mucha estética decorativa. Un poco como si no le hubiésemos dedicado mucho interés en recrear una atmósfera agradable. En otras palabras, era un espacio muy básico y vacío. Recordaba a una casa de paso, en la que no tenemos intenciones de quedarnos.

Pero en realidad no era así, sus propietarios querían un estilo joven, fresco y un de aire bohemio. Así que un día gracias a la ayuda de Vintage Revivals realizaron la transformación en una sola jornada de trabajo.

La transformación de este espacio que aglutina la cocina abierta y comedor es espectacular. Pero una vez más en realidad no se trata de una gran obra sino de pequeños recursos decorativos, cambio de mobiliario y elementos estéticos.

COMO SE REALIZÓ LA REFORMA:

- Se colocaron en el frente de la cocina azulejos tipo metro. Para ello no necesitamos retirar los muebles de cocina. Eso sí es indispensable una máquina para cortarlos. Una vez que están colocados los rejunteamos con cemento blanco.

- También se colocó papel pintado desde donde acaban los muebles altos de cocina hasta el techo y en la pared del comedor.

- Se renovó la iluminación. Para ello se eligieron un juego de tres lámparas de aluminio sobre la isla de cocina. En la zona del comedor se optó por una lámpara de fibra natural que recuerda a un cesto de mimbre invertido.

- Se renovaron los taburetes de la barra. Sillas altas en madera lacada en color antracita para crear contraste y otorgar luz.

- El suelo del comedor se cubrió con un juego de alfombras combinando una de estilo persa (En realidad es una imitación a Kilim) con otra de pelo blanco imitando a piel de oveja. La propia decoradora recorto la forma de un gran retal que encontró en un comercio.

- Para el comedor una sencilla mesa de madera de estilo de mediados del siglo pasado. Algo más grande que la anterior y de un acabado más cálido.

- Alrededor unas sillas de rejilla de latón que imprimen modernidad y estilo.

- Un gran cuadro.

Y para dar el toque final, plantas que adornan cada rincón y dan ese verde frescor. Grandes y frondosas plantas introducidas en cestones de fibras naturales, vegetación colgante en las estanterías que se han fijado en una de las paredes del comedor y sobre la mesa en floreros y macetas de cerámica blanca.