Color y luz en una vivienda de Barcelona
Barcelona sigue siendo una magnifica
ciudad para visitar y vivir. De eso desde luego no pueden tener dudas los
propietarios de esta privilegiada vivienda situada en el Eixample y desde la
cual se puede ver uno de los monumentos más importantes, la Sagrada Familia.
Los propietarios de esta casa de 86M2 sabían que
viven en un lugar deseado por muchos y no dudaron en realizar una reforma para
adaptar la antigua vivienda en un espacio abierto y luminoso. La joven pareja y
su pequeño hijo quisieron crear un hogar moderno, desenfadado y acorde con sus
necesidades diarias y gustos. El resultado no puede ser más personal y único.
Para la zona de diario, se ha concebido un espacio
abierto y compartido por el salón y la cocina, en el que cada uno mantiene su
independencia visualmente gracias al uso de dos suelos distintos. Unos azulejas
hexagonales en la cocina y madera en la zona del salón.
El comedor (junto con la gran terraza) se ha
situado en un cubo de cristal a diferente nivel, con acceso directo a la gran
terraza con asador desde la que se visualiza toda la ciudad.
En cuanto a lo meramente decorativo se ha combinado
con gran acierto, el estilo mediterráneo y nórdico.
Muebles de inspiración danesa conviven con piezas
realizadas con fibras naturales. Los toques de color son el turquesa, amarillo,
mostaza, rojo…
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